Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

jueves, 31 de marzo de 2011

miércoles, 30 de marzo de 2011




Soy incapaz de no estar alerta ante ciertos sonidos que nunca suenan. Me cuesta estar en demasiados sitios sin cerrar los ojos. Me refugio en mi misma, buscando la manera de no pensar en nada, cuando sé que es imposible, y no quiero ser una de esas personas, que se empeñan en lo que no es. Sufro en silencio, sufro en silencio para nada, pues sé lo único que podría destruirlo, y tanto sufrimiento es en balde, pues no dará resultados. Sufrir para nada. La verdad duele, pero es la verdad, y ahora mismo, en este mismo instante, la verdad es que me duele el corazón. Algunos se quedan en la expresión, otros la vivimos. Otros sabemos que esa expresión es mucho más que una metáfora. Que en el fondo, te duele de verdad. Sientes como te lo aprietan, como miles de puñales se te clavan, y se te rasga. Pero aun peor, es cuando has conseguido que tu corazón sea tan fuerte y resistente, que ese dolor sea agonizante, no acabe nunca, porque por más que se machaque, el corazón no se rompe. Te duele, pero no se destruye. Un corazón verdadero, que como todo lo verdadero no se puede destruir aunque te empeñes.
Una frase que un día nació de mi, como un impulso, una frase que llegué a decir en voz alta, a la que no obtuve respuesta. Una frase, que es una de mis mayores verdades. Y solo se la dije a una persona en todo el mundo, una persona que probablemente no recuerde que frase es esa, que a mi me resuena en mi cabeza desde hace demasiado tiempo. Mi frase, mi verdad. Hoy mi corazón duele, no encuentro remedios, no existen medicinas, ni un médico que pueda ayudarme.
Una de esas personas que parecen que están bien, y sienten... no sabría ni explicar como se sienten. Una de esas personas que viven muriéndose. En este mismo momento, yo soy una de esas personas.





Pocas cosas soy capaz de afirmar, una de ellas quizá sea que es que se, que no se acabará nunca.



martes, 29 de marzo de 2011



Hablando en mi tercera persona.



El mundo está lleno de vidas absurdas, basadas en una realidad inexistente. Vivimos entre miles de actores, entre miles de actrices, que buscan un papel que interpretar,  que buscan una vida diferente a la suya, un papel más favorecedor a ellos mismos. ¿Quien es real, y quien es falso? ¿Quien finge, y quien es verdadero? No se ve la realidad, se ve lo que aparentamos. Miles de personas que aparentan lo que no es, porque no pueden ver la verdad, y prefieren un millón de mentiras, personas que viven un papel, y no su vida, personas que se morirán sin haber vivido, solo habrán dejado una huella falsa en el mundo, y cuando la gente las recuerde, ¿recordará una mentira?
No quiero que nadie me recuerde como una mentira. No soy una actriz, soy lo que ves, soy llorona, dependo de las personas, necesito a alguien cuando estoy mal para repetirle mil veces lo mismo. Soy soñadora, no creo en que haya imposibles, y si los hay siempre intento conseguirlos. No se rendirme, intento aprender, intento tirar la toalla, pero nunca lo he conseguido, derrota tras derrota, no puedo, no se decir basta, y créeme, seas quien seas, ese es un defecto enorme, un defecto que intento destruir, un defecto que se fundamenta en la esperanza de un mañana mejor, de un mañana que no llega nunca, y que probablemente no llegue jamás, pero es un defecto verdadero, y como todo lo verdadero, no se puede destruir aunque te empeñes. Puede que me queje continuamente, pero quien de verdad me conoce, sabe que me conformo con muy poco. No sé vivir sin esperanza, no sé vivir sin ilusión por los pequeños momentos, sin recordar lo bueno, y a ratos lo malo, no sé vivir sin ser yo, y para bien o para mal, estoy segura de que nunca me convertiré en una actriz, en una de esas personas que pasan por el mundo sin soñar con lo que quieren, sin luchar por lo que adoran, y sin ser de verdad. ¿Qué me pueden quedar? ¿Ochenta años? Ochenta años que quiero vivir como Camino, con lo malo y lo bueno, con la gente que me quiere, que son las personas que me conocen realmente, y están ahí, a mi lado. Cuando llegue el último día que pase en el mundo, solo quiero poder decir; he vivido como realmente he querido, me muero feliz. 
Hasta entonces, la esperanza sigue ahí, y la toalla en la mano, esperando un mañana mejor, ¿y qué más da si nunca llega? Creyendo que llegará soy yo.
Os dejo a vosotros el teatro ese sin telón en el que “vivís”, ese teatro inútil.


SOLO QUIERO SER YO, EN UN MUNDO DE APARIENCIAS.



lunes, 28 de marzo de 2011



Señalaría con el dedo cada lugar donde me gustaría estar contigo, y son tantos, que el mundo se me queda pequeño, y la vida demasiado corta.

"El camino de la verdadera felicidad, es siempre difícil. Solo tenemos una vida, que sea difícil y feliz"
                                                                                                           


domingo, 27 de marzo de 2011



La vida no es un problema para ser resuelto, sino un misterio para ser vivido ..

sábado, 26 de marzo de 2011




Parece de cristal. Y con su magia cristalina, consigue que mientras le miro no piense en nada, y deje la mente en blanco, absorbiéndolo todo.
Somos como piedrecitas, esas piedrecitas de miles de formas y colores, diminutas esparcidas por la orilla. Diferentes colores, tamaños, tipos. 
Mi piedra se quedó tirada en el medio del mar.
Y mi secreto, enterrado bajo tierra.



jueves, 24 de marzo de 2011



Sientes un estado de confianza en ti misma. Porque te has dado cuenta de que puedes conseguirlo, te has dado cuenta de que eres una persona que merece la pena, que se compromete, que sabe luchar por sus propias palabras, que por fin sabe ser ella misma, y está convencida de que vale muchísimo. No tienes que darle explicaciones a nadie, no necesitas a nadie que te lo recuerde, lo sabes. Sientes que ahora mismo todo da igual, porque por un momento solo estás tu mismo, y por un momento, te sientes tan orgullosa de ti, como si el mundo fuera pequeño.
Lucha, ¿me oyes? Seas quien seas, sueñes con lo que sueñes, no permitas que nadie, haga lo que haga, vivas como vivas, por mucho que puedan destruir tus sueños, destruya con ellos tus ganas de soñar, porque nadie esta en el derecho de hacerte algo así. Tu mismo eres el que marca las reglas, tu eres quien se rinde y quien no, tu eres el que decide si es capaz de algo o no. Acaba con las mentiras, grítale al miedo que es más fuerte la valentía, y que no va a acabar contigo. No hay luz sin sombra, pero una sombra solo es un reflejo de ti mismo, tu eres la parte original. Solo tenemos una vida, creo que debemos vivirla, y no dejar ver como pasa, sin un sueño que proteger, y sin ganas de vivir, sin saborear la felicidad, sin conocer el amor, disfrutar de la amistad, sin ser tu, sin vivir.
Aprendí a no ser yo, pero me he dado cuenta, de que si vivo sin serlo, nunca podré ser feliz.
 Las personas que te quieran siempre van a querer lo que eres y no tu nombre.


Después de una lucha sin descanso, tienes las ideas claras y no existe el miedo. 
Te haces mayor.




miércoles, 23 de marzo de 2011


Creo que cada uno tiene su manera de ser feliz, y de llevar a cabo esa manera de serlo. Unos son felices con una gran fiesta llena de regalos, recetados por una marca, que esconden un montón de euros detrás. Otros son felices con tener cerca a un puñado de personas importantes, y recolectar con ellas miles de recuerdos. Otros prefieren miles de besos. Otros solo uno. Otros sencillez. Otros locura. Nada es mejor y peor, porque nadie podrá decirte como ser o no feliz, por el simple hecho de que para lo que para ti sea felicidad, para otro no tiene porque serlo. No hay una receta, no hay ingredientes. Solo estás tu mismo. Una sonrisa por cada estrella, por cada ola del mar o cada grano de arena.
Siempre hay un amigo caminando a tu lado. Motivo suficiente. Vivimos en una búsqueda constante de algo que nos proporcione ese poder que no podemos conseguir solos.
Sé siempre feliz.





martes, 22 de marzo de 2011





Pero yo soy un mundo, un universo en miniatura donde los planetas no giran y el tiempo no existe..


Las cosas que nunca aprendí, me las ha ido descubriendo el tiempo, y he ido emprendiendo un viaje rumbo a mi misma, con sueños e ilusiones realmente fuertes, con un alma que peca de libertad, buscando palabras que saquen su esencia. No quiero ser mejor o peor que nadie, solo quiero ser yo. Creo en la magia que transmiten las personas, mantengo una pizca de esperanza en el presentimiento de que siempre acabará llegado algo bueno, porque siempre hay algo más allá, y siempre es esa la razón por la que vivo. Si quieres, podrás sentarte a hablar conmigo, pero de corazón a corazón.



sábado, 19 de marzo de 2011

Te raspan la garganta. Fábricas de alas. Vertederos de lágrimas. Mi mirada se pierde temerosa en el horizonte. El humo de un cigarro que no salió por mi boca, huele a mar, y la tentación a sentir su sabor rellena tu pecho, pero lo rechazas.
Que es así. Así es. Y no hay más vuelta de hoja. 
He preparado el café de la eternidad. Está sobre la mesa. Lo preparé con todo el cariño del mundo, y eché en el los ingredientes necesarios para conseguir su sabor. Algunos ingredientes fueron difíciles de encontrar. Me llevó una gran búsqueda encontrarlos. Otros eran demasiado caros, pero tras muchísimo tiempo ahorrando, conseguí pagar su precio. Pase noches en vela, protegiéndolo todo, como una florecita que está brotando, y quieres protegerla del frío o del viento. Ví como su olor, iba llenando la habitación, y entraba en mí a cada paso que daba. Alguien me dijo que debía de tener cuidado de no derramar el café, pues todo el tiempo invertido en el, se esfumaría en el olvido. Y yo tuve ese cuidado y más. 
Yo tiemblo de miedo. Nunca me aventuré a probar su sabor, tenía miedo de que todo hubiera sido en valde, y preferí vivir en la ignorancia, sin percibirlo. Pero un día decidí arriesgarme, pues esta vida no entiende a los cobardes. Ahora el café sigue en la mesa. Alguien está sentado, y yo sigo temblando. 
El café de una vida, que temo que se beban en un solo trago.
Como si todo mi tiempo hasta conseguir prepararlo, se esfumara. Como si todo hubiera sido en balde. Como si los sentimientos fueran efímeros. Como si rechazaran tu café. Como si no existiera y nunca hubiera existido. 
Y yo sigo ahí, temblando.
  PARECES GILIPOLLAS.

jueves, 17 de marzo de 2011



Ojalá todo se redujera a ese preciso instante.








“SI Y SOLO SI..
ENTON-CES..”

sábado, 12 de marzo de 2011

A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién podría pensar que esas ramas cansadas y viejas, reverdecerán y florecerán? Más esperamos que así sea, y en el fondo sabemos que así será. Nada es culpa del destino. El solo reparte las cartas, que en su día, el azar le hizo llegar a sus manos para lanzarnos por el camino. Y somos nosotros quienes interpretamos esas cartas, quienes las jugamos, perdemos y ganamos. Cartas fáciles, cartas difíciles. Pocos saben jugar con las difíciles, y menos aún mezclarlas todas. El destino tiene muchas caras, y somos nosotros quien podemos vestirle como nos guste. Cuando hace frío, le visto de sabor a chocolate caliente. Es pegajoso su sabor a fresas con nata por las noches, y adictivo su perfume a pasteles.
Sabe provocarme tormentas en el pecho, y condenarme cuando se le antoja. Roza la tentación en mi boca, sabe morderme el cuello, y matarme de miedo. Hoy se que no existe la casualidad, nada es un mero accidente, ya que todo surge de la profunda fuente del destino. Hoy se que lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos con el. Hoy se que el destino ayuda a quien lo acepta, y arrastra a quienes se resisten.


A mi me arrastra cada día, y me ayuda cada noche.




PURA DEMAGOGIA.

viernes, 11 de marzo de 2011




Pero, y siempre hay un pero,
le duelen las alas,
no hay cielo posible para ella,
y la luna parece esconderse.

jueves, 10 de marzo de 2011


UN TREN NUNCA ESPERA     PERMANENTEMENTE EN LA ESTACIÓN.

Llegará un día que se irá.




miércoles, 9 de marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011



Ella intentaba abrir aquel tarro de mermelada. Le fallaba la fuerza, pero no quería la ayuda de nadie, ese día ella se sentía capaz de todo, y nadie rompería aquella fuerza que había nacido de forma incomprensible en ella. Lástima, que poco acostumbrada a hacer uso de su fuerza, la mermelada inundó sus manos y su cuerpo, convirtiéndolo todo en una materia pegadiza. Todo tiene un sabor a chicle, se agarra a mi cuerpo, y cuando consigo desprenderlo de mi pecho, se agarra a la mano con la que he estirado de el. Todo se pega a mi. La mermelada se extiende por todo mi cuerpo. Parezco una tostada con mordiscos por el cuerpo. Solo eso, una tostada. Es lo que perezco, o ¿soy algo más? 
- Yo creo que sí.



lunes, 7 de marzo de 2011



Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.


Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro, lejanas mis palabras.
Más que mías, son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.


Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.


Antes que tú, poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú, a mi tristeza.


Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, no me abandones. Sígueme.
Sígueme en esa ola de angustia.


Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.


Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Pablo Neruda.

domingo, 6 de marzo de 2011



Mi asiento llega a quemarme del tiempo que a pasado desde que me senté, está ardiendo, me está quemando ahora mismo, pero yo sigo aquí sentada, viendo como evoluciona la carrera. Aposté todo lo que tenía por un caballo, un caballo precioso, veloz, lleno de energía. Lo aposté todo por el, con la esperanza de no perder nada de lo apostado, y además obtener grandes beneficios. Desde mi asiento le apoyo, chillo, grito, a veces en silencio otras veces no, le grito que corra más y más fuerte, que yo creo en el, que lo he dado todo porque pensaba que era capaz de llegar a la meta antes que cualquiera. Pienso en que más puedo hacer por el, pero llego a la conclusión de que yo ya lo he dado todo, he apostado todo lo que tenía, entregando cada parte de mi alma y de mi corazón. Yo no soy quien está corriendo la carrera, quien debe llegar a la meta, ya llegué hace tiempo, y espero desde ella a mi caballo, creyendo que va a llegar pronto, y que va a ser el primero en llegar, que no voy a perder nada de lo que me he jugado por el. Pero pasa el tiempo, mi caballo no llega, y se entretiene por el camino. Aveces siento, que no quiere llegar, que quiere buscar otras metas, que creí en algo que no existía. Otras una fuerza más grande que el mundo, se apodera de mi, y aunque se que no me oye, le susurro, le grito, le chillo en sueños que no se rinda. Empieza a llover, y a mi se me caen las lágrimas. Disminuye la esperanza arrastrada por el tiempo. Estoy empapada, pero no me muevo, sigo ahí, quieta, mirando al horizonte.





sábado, 5 de marzo de 2011



Soñar es maravilloso.
 Soñar es adictivo.

SOÑAR CONTIGO ES INEVITABLE.


viernes, 4 de marzo de 2011


Los corazones de mimbre son corazones de mecanismo simple. Se conforman con poco, y lo dan todo. Están acostumbrados a romperse, y también a ser reparados. Los corazones de mimbre suelen tener miedo. Son corazones intranquilos, que siempre tienen una preocupación, que les hace sufrir antes de haber sufrido, porque realmente sienten que nadie es capaz de ver más allá en ellos. Juegan a escusarse a si mismos en cuanto a las acciones de los demás. Son demasiado frágiles, y suelen vivir en una burbuja. Viven siendo permanentes, no retráctiles.
Los portadores de un corazón de mimbre, mienten con facilidad.
Saben ilusionarse con la más mínima mierda, que requiera el tiempo de alguien.
Sueñan sin parar. 
Viven.