Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

domingo, 28 de septiembre de 2014





Podrías haber venido con instrucciones. Un manual de instrucciones que me sirviese para saber que debo hacer contigo. Aunque en realidad de poco habría servido, porque nos habríamos saltado todas y cada una de las reglas, en este sube y baja de emociones en el que nada está claro y todo está difuso.
Pero has llegado así, sin llamar a mi puerta, te colaste y te convertiste en el precipicio que cada día me incita a asomarme. Entraste en mi sin pedir permiso, sin preguntar si podrías pasar, si podrías quedarte. Llegaste con tu particularidad y te instalaste; piso para uno, espacio para dos. 
Y ahora yo no sé que hacer cuando me desordenas todo, cuando me dejas que me pierda en tu mirada y no sepa como desvelar ese misterio, cuando sales por la puerta y me doy cuenta de que entonces todo es una mierda porque ya no estás en la cama conmigo. 
Y entonces te doy la razón a solas y a escondidas cuando dices que nunca es suficiente. Siempre pude haberte robado más besos de la cuenta, haberte visto reír una vez más, un mordisco más, un abrazo más. Te vas y me doy cuenta de que llevas razón, de que no es suficiente. No es suficiente una noche, porque contigo son demasiado cortas (la luna no está de nuestra parte). Me doy cuenta de que si un minuto tiene sesenta segundos pude haberte dado sesenta besos. De que no merecía la pena el poco tiempo que me quedé dormida, porque contigo prefiero no dormir. De que todo es más bonito si te conviertes en mi desayuno, de que no hay nada más especial que levantarme y ver como tus hoyuelos se forman y empiezas a sonreír.
Y entonces todo es una constante de irse y volver. De despedidas, de encuentros. Nunca te lo he dicho pero me encanta cuando me empeño en esconderme y tu consigues encontrarme, en este escondite particular. Y te vas y te haces lejana, y sólo deseo salir a perseguirte para retenerte a mi lado lo que dure un beso


Porque no es lo mismo llorar por tu culpa que llorar por ti.





miércoles, 10 de septiembre de 2014



Porque tú me haces sentir que cualquiera, siempre, es mejor que yo.






martes, 9 de septiembre de 2014




OJALA PUDISE DARTE LO QUE TE MERECES, PERO LOS LASTRES NO SABEMOS QUERER