Pues si no sabes hacer algo aprende. No
te conformes, no te acostumbres a fallar. Que si algo te supera aprende a ser
más listo. Que si una situación es complicada aprende a salir de ella y no
digas “no sé como”. Claro que no sabemos como hacerlo, por eso no debemos
resignarnos, por eso debemos aprender a hacerlo aunque nos cueste un millón de
intentos y desesperación. Porque llegará un momento que si se podrá, y solo
llegara ese dia si nos proponemos que llegue, (y desde luego si previamente nos
hemos equivocado demasiadas veces). Nada llega a nosotros si no vamos a
buscarlo. Y por supuesto que tomar un camino significa renunciar a otro. Y por
supuesto que la incertidumbre asusta pero si no nos enseñamos ya que es posible
nadie lo hará por nosotros. No te digas a ti mismo que no sabes, que no puedes,
que tienes que “aprender a cambiar”. Cambia. Hoy, ahora, sin previo aviso
porque no tienes que avisar a nadie. Y si tu cabeza te lo impide mandala a la
mierda porque se equivoca. Porque si algo te crea frustración no es bueno. Y no
nos pongamos a hacer demagogia sobre la ambigüedad, sobre que a parte de
frustración te ofrece profunda alegría. Si te provoca malos momentos, si no
llega jamás a un apogeo extremo, aprende a decir basta. Porque merecemos
plenitud, merecemos algo mejor que la mierda que te estará viniendo a la cabeza
que llevas arrastrando mientras lees esto. Porque todos cargamos un lastre,
pero no consientas que ese lastre pases a ser tu mismo. Aprende a frenar cuando
ya hubo suficiente. Aprende a que quizá tu forma de actuar hasta ahora no es
que fuera equivocada, sino que no era la mejor. Valemos demasiado como para
olvidar eso, nadie debería tener el privilegio de hacernos sentir menos que
nada. Porque la culpa no es de ese alguien, sino de nosotros mismos por
consentirlo. Se puede ser mejor, se puede conseguir algo mejor que lo que
tenemos, y merecemos lo mismo que entregamos, nunca una cuarta parte. Asi que
deja ir y deja venir, que si alguien quiere salir por la puerta ya nos ha demostrado que no es digno de entrar por ella. Merecemos que llamen más a nuestro
timbre sin haber avisado. Dejemos de esperar que pase lo imposible, dejemos de
creer que a la siguiente si que funcionara que si que mejorara, porque no será
así. Porque algunos estamos hechos para ir a buscar y otros para que nos
busquen. Pero recuerda algo, muchas veces el cazador se equivocó de presa, y
acabó siendo el cazador cazado.