Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

miércoles, 19 de octubre de 2016




Pues si no sabes hacer algo aprende. No te conformes, no te acostumbres a fallar. Que si algo te supera aprende a ser más listo. Que si una situación es complicada aprende a salir de ella y no digas “no sé como”. Claro que no sabemos como hacerlo, por eso no debemos resignarnos, por eso debemos aprender a hacerlo aunque nos cueste un millón de intentos y desesperación. Porque llegará un momento que si se podrá, y solo llegara ese dia si nos proponemos que llegue, (y desde luego si previamente nos hemos equivocado demasiadas veces). Nada llega a nosotros si no vamos a buscarlo. Y por supuesto que tomar un camino significa renunciar a otro. Y por supuesto que la incertidumbre asusta pero si no nos enseñamos ya que es posible nadie lo hará por nosotros. No te digas a ti mismo que no sabes, que no puedes, que tienes que “aprender a cambiar”. Cambia. Hoy, ahora, sin previo aviso porque no tienes que avisar a nadie. Y si tu cabeza te lo impide mandala a la mierda porque se equivoca. Porque si algo te crea frustración no es bueno. Y no nos pongamos a hacer demagogia sobre la ambigüedad, sobre que a parte de frustración te ofrece profunda alegría. Si te provoca malos momentos, si no llega jamás a un apogeo extremo, aprende a decir basta. Porque merecemos plenitud, merecemos algo mejor que la mierda que te estará viniendo a la cabeza que llevas arrastrando mientras lees esto. Porque todos cargamos un lastre, pero no consientas que ese lastre pases a ser tu mismo. Aprende a frenar cuando ya hubo suficiente. Aprende a que quizá tu forma de actuar hasta ahora no es que fuera equivocada, sino que no era la mejor. Valemos demasiado como para olvidar eso, nadie debería tener el privilegio de hacernos sentir menos que nada. Porque la culpa no es de ese alguien, sino de nosotros mismos por consentirlo. Se puede ser mejor, se puede conseguir algo mejor que lo que tenemos, y merecemos lo mismo que entregamos, nunca una cuarta parte. Asi que deja ir y deja venir, que si alguien quiere salir por la puerta ya nos ha demostrado que no es digno de entrar por ella. Merecemos que llamen más a nuestro timbre sin haber avisado. Dejemos de esperar que pase lo imposible, dejemos de creer que a la siguiente si que funcionara que si que mejorara, porque no será así. Porque algunos estamos hechos para ir a buscar y otros para que nos busquen. Pero recuerda algo, muchas veces el cazador se equivocó de presa, y acabó siendo el cazador cazado.