Todo le transporta, su mundo ya no es este, detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste, no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
jueves, 9 de febrero de 2017
No lo creo todavía,
estás llegando a mi lado y la noche
es un puñado de estrellas y de alegría.
Palpo, gusto, escucho y veo tu rostro,
tu paso largo, tus manos
y sin embargo, todavía no lo creo.
Tu regreso tiene tanto que ver
contigo y conmigo,
que por cábala lo digo y por dudas lo canto.
Nadie nunca te remplaza y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa.
Sin embargo, todavía dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía.
Pero venís y es seguro,
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada hace mágico el futuro.
Y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos,
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido.
Y si beso la osadía y el misterio de tus labios,
no habrá dudas ni resabios,
te querré más, todavía.
Mario Benedetti
Suscribirse a:
Entradas (Atom)