Parece de cristal. Y con su magia cristalina, consigue que mientras le miro no piense en nada, y deje la mente en blanco, absorbiéndolo todo.
Somos como piedrecitas, esas piedrecitas de miles de formas y colores, diminutas esparcidas por la orilla. Diferentes colores, tamaños, tipos.
Mi piedra se quedó tirada en el medio del mar.
Y mi secreto, enterrado bajo tierra.