Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

lunes, 6 de septiembre de 2021

 

Llevo días con un debate en la cabeza. ¿Es lo mismo la mezcla de dos personas que su relación? Es decir, ¿es lo mismo la mezcla de dos líquidos que el recipiente construido donde se mezclan?

Y en la caso de no serlo, ¿qué es más importante?

Considero que mis respuestas están bastante claras. Por supuesto, que no es lo mismo. Y por supuesto, siempre prevalecerá la mezcla frente al recipiente. 

Imagina dos líquidos que se mezclan entre sí a la perfección. Imagina, además, que es imposible que exista nunca una mezcla igual. Ahora piensa en el recipiente donde se echan. El recipiente se cae, se estropea, el recipiente se ensucia pero también puede lavarse, puede pegarse, puede, además hacerse y recomponerse a vuestra medida según vais aprendiendo, según el momento, según lo que se vaya necesitando. La mezcla no. La mezcla no puede hacerse ni recomponerse. La mezcla no puede hacerse a medida. Quizá ese es el mayor problema. Intentar que la mezcla sea esa mezcla, la mezcla. A mi al rededor veo a tanta gente que quiere que la mezcla sea lo que ellos quieren que sea. La mezcla no puede modificarse. Es la que es. Por eso hay algunas que son irrepetibles, nunca podrás sentir igual porque tú con otro líquido no das el mismo resultado. Lo curioso, es que por más que nos centremos en las diferencias, la mezcla es lo que siempre debería ir por delante de todo. El recipiente es modificable. Habrá épocas que se agrietara, que podrá oxidarse. Pero siempre será mucho más fácil trabajar en el recipiente, ir entendiendo que no se construyó para que esté intacto, de hecho, puede que lo interesante sea que se agriete y arreglarlo, ir mejorandolo, ir conociéndolo mejor. La mezcla siempre es lo que perdura. Una mezcla de dos líquidos que conectan no es corriente, no es común, es infinita y además es magia. 

Ojalá alguien llegue a entender esto...