A veces pasa cualquier cosa. No importa el qué. Solo que a veces pasa. Algo divertido. Algo agradable. Algo bueno.
Y sin darme cuenta, sin pretenderlo por un instante, sin ni siquiera quererlo acabo viendo tu cara. Aparece un recuerdo en mi cabeza de manera nítida. Incluso de un momento que nunca antes había recordado. Y entonces, aprieto los dientes. Me enfado conmigo. Dejo que se aparte. Pero me enfado. No puedo evitarlo. Caigo en la cuenta, estás dentro de mí.