Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

lunes, 24 de febrero de 2014



Que difícil resulta imaginarse sin esa persona. Me resulta inimaginable seguir adelante sin sus brazos para levantarme del suelo una y otra vez. Un confidente único, un amigo envidiable. Las personas perfectas no existen, tú y yo lo sabemos muy bien porque de perfectos tenemos poco. Siempre hemos tenido muy mal ojo para todo y nos gusta complicarnos y llenarnos de ataduras, pero ahí estoy yo para tí y tu para mí. Eres como un faro que alumbra mi mar en tormenta, mientras yo me pierdo en un pequeño velero, me indicas con una palabra o una simple mirada hacia donde dirigirme. No me importan tus defectos pues forman parte de ti y te quiero con cada uno de ellos hasta los más odiosos, a veces hasta me hacen reír. Como tu dijiste, no importarán los kilómetros que nos separen, da igual que yo esté en China comiendo gusanos y tu en Madagascar bebiendo mojitos, porque siempre que miremos al cielo sabremos que estaremos unidos por un sentimiento, nuestra amistad. 
Sabes de sobra, que no creo en los "para siempre", la vida da muchas vueltas y hasta lo que menos te esperas puede llegar a pasar. Pero es que dentro de treinta años, imaginando mi vida en cualquier lugar, te veo a ti, cerca de mi, riéndote, fumando, enfadado o roncando. Que más da mientras estés ahí. No puedo prometerte nada, no puedo jurarte un infinito. 


Pero si puedo decirte que no quiero un futuro en el que no estés tú.



Sólo te pido que no borres de mi vida tu sonrisa. Simplemente me apetecía decirte que te quiero.