Todo le transporta, su mundo ya no es este, detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste, no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
lunes, 17 de febrero de 2014
Porque algunos amores se escriben con H. La H que marca la diferencia entre Hamor y Amor. Suenan igual, se pronuncian igual, pero ese pequeño detalle marca una diferencia brutal. Amores que se camuflan y se esconden como si no existiesen, como si no se sintiesen, como si fuesen una idea estúpida con la que nuestra cabeza nos intenta engañar. Amores vacíos, amores que requieren un gran salto al otro lado pero a pesar de lo bonito que parece este, escasean los motivos para coger carrerilla e intentarlo. Quieres y no puedes, o puedes y no quieres, ¿quién sabe? En cualquier caso si se da un paso hacía delante, siempre se continúa con dos hacia atrás. Demasiado intenso y profundo para explicarlo, para definirlo, para entenderlo. O todo o nada. Y digo yo, ¿se puede querer y odiar a la vez?