Todo le transporta, su mundo ya no es este,
detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste,
no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
viernes, 17 de diciembre de 2021
Es curioso pero,
en mitad de las selvas,
en los lugares inhóspitos
con el silencio invadiendo
las suelas y las manos,
el refugio puede ser una voz
contundente y precisa,
que tan solo diga