Yo quería ser contigo
ojos cerrados con tacto en el vientre,
náufrago en una isla que tiene la forma
que dejan los niños saltando en el césped,
el tallo de una flor que se refugia
entre la tierra y el color de tu pelo
cuando le da el sol y llueve.
Yo quería ser pies descalzos
en tu cocina de noche,
una gota de sudor que nace y muere
al llegar a tu espalda,
que vive así en las palmas de mis manos,
yo quería ser el silencio
cuando duermes,
la voz que trae el frío a esta casa,
las piernas que saben exactamente qué hacer
para anillarse en él
y vaciarlo,
y aniquilarlo,
y perdonarte con ellas.
Yo quería ser el día que imaginas ahora,
para llamarlo mañana y llenarlo de flores.
Yo quería ser una puesta de sol en la nieve,
tensión y vida,
hacerme libertad en tu calendario
y llamarlo navidad.
Yo quería ser todo lo que no cabe
en estas líneas,
pero que solo ocupa un beso en la acera de tu calle.