Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

jueves, 18 de noviembre de 2021

 

A veces pienso que si me quedo sin lágrimas
no tendré más agua para alimentar a mis flores,
y créeme, que uno puede aferrarse a ellas
porque no sentir, me recuerda a una tumba
desvalida,
Pero me aterra no encontrar el sentido a mis tristezas casi tanto como no encontrarme sentido sin ellas.


Al final, si todo va de significados,
sigo sin saber porqué llamamos amor al olvido, olvido al rechazo, rechazo al vacío.
Sigo sin comprender cuál es el motivo por el que las cosas significan tantas cosas al mismo tiempo, y a la vez una sola, y a veces ninguna.
Porque yo sigo sin acercarme a esa respuesta que necesita más mi sed que mi hambre, y uno aguanta más sin comer que sin agua, pero resulta que la falta de hambre también ahoga.
Hay días, como hoy, que me miro y no me entiendo,
que me pregunto y no contesto, porque responder es repetir el ciclo de lo que ya sé de memoria, pero parece no encontrar su hueco constante en lo que yo soy, y me asusto porque si no le doy lugar, poco ya queda para mí.

Supongo que, la pregunta sería, por qué guardo un cementerio en el centro de alguna parte de mi casa, 

y la respuesta sería; 

no lo sé.