Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

jueves, 8 de julio de 2021

No sé ni lo que he escrito

 

Estoy sentada en un banco frente a uno de los sitios donde estuve contigo. Puede sonar masoca, y realmente es curiosa la razón que me ha traído hasta este lugar. Siento como la sangre cubre la madera y me siento más vacía.
Me duele no saber quién fuiste. Puede que sea una de las cosas que más me duelan. Me duele cada una de las pocas cosas que sé de ti que me corroboran que no se con quien compartí parte de mis sueños y mis miedos. Me gustaría pensar que estás son las ultimas palabras que tengo para decirte, pero lo mío no es el autoengaño y no va a empezarlo a ser ahora. Me duele la cabeza de llorar pero creo que me duele más el pecho de sentir que mis lágrimas no merecen la pena. De sentir que tu fuiste de verdad para mi, y yo fui una más. Que ha sido tan sencillo para ti cerrar el que para mi es uno de los capítulos más especiales de esta historia que es mía. No quiero que eso le quite peso, pero irremediablemente lo hace, y me da mucha pena. Y pienso en la manera en la que nos conocimos, y me parece tan curioso que justo sea la misma manera que has utilizado para decirme adiós, y para decir otro hola, que siento que para ti no significo nada abrirme la puerta porque es tu modus operandi. Que hacer creer que alguien es especial es tu triste manera de sentirte menos sola. Yo pensé que no fuimos una casualidad, ni un momento, ni una coincidencia. Has hecho que piense todo lo contrario, que tenga claro que lo que yo fui para ti fue porque era lo que ti necesitabas que fuese alguien, que por eso ahora llamas a otra persona como me llamabas a mi en apenas poco tiempo. Y no sé quién es más triste, si yo queriendote, o tú que haces de los vínculos una bola que tirar a la basura y ya esta. Me duele estar escribiendo un libro, estar acabandolo, y que en una de las páginas vaya a quedar escrito "fui tan liviana, que en un pestañeo tuyo yo ya era ayer".
Intento pensar que cuando uno está quemado, es capaz de hacer estas cosas, pero no te imaginas lo quemada que yo estaba contigo y conmigo misma, y aquí sigo, enfrente de este sitio pensando que significó para ti. Y me jode porque no se que más necesito que me digan, de que más necesito enterarme para que no seas nada. Me duele haber creído que nuestra historia era especial, haberme creído tus palabras, haber llegado a pensar que conmigo sería distinto, cuando en el fondo siempre supe que conmigo serías igual. Que tu manera de hacer conmigo las cosas iba a ser exactamente igual que la que vi que tomaste cuando te conocí con otra persona, ¿qué me convierte a mi en diferente?
Y sigo mirando este sitio, y no sé ya con quién estuve cuando estuve aquí. Quizá con la intensidad de un momento, con algo pasajero, con alguien que necesitaba lo que yo le estaba dando.
Como iba a ser yo especial, cuando para ti, tu manera de despedirte se resumió en cuatro líneas en un mensaje. Que tiene eso de especial.
Y siendo sincera, no me duele que ahora le digas lo mismo a cualquier otra persona, sino darme cuenta que esa cualquier otra persona en otro momento fui yo.
Ojala te vayas pronto de aqui, de mí, ojalá lo hagas.
Si hablamos de aprender, nunca antes había puesto en duda lo que yo había sido para alguien. Espero que quede la lección aprendida, no necesito volver a sentir esto otra vez.