Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

domingo, 27 de octubre de 2019



Aún quedan cajones llenos de ti, aún voy encontrando en las esquinas de mi casa el olor a tus recuerdos cuando quedan cosas que olvidaste recoger porque lo dejaste todo esparcido. Me gustaría seguir encontrándote cada vez que me lavo los dientes y se que me estás esperando en la cama. Que seas ese vaso de agua que me bebo cuando tengo sed y me da demasiada pereza ir hasta la cocina. Robarte la manta en las noches de frío y que nos acabemos riendo porque nunca lo hago aposta. 
Aún apareces cuando por más que comparta la almohada con alguien, no encajo igual ni cambiando de posición. 
Aún te encuentro cuando dejo propina en un bar y nadie se guarda el ticket en el bolsillo. Como cuando veo tus flores favoritas y pienso que qué absurdo que precisamente a ti te sorprendan por ser bonitas. 
Aún sigues ahí cuando duermo y empieza a llover. 

Pero entonces te imagino más feliz que nunca... y ya no me duele.