Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

lunes, 1 de abril de 2019



Has estado viviendo tanto tiempo dentro de mi que ya te consideraba algo intrínseco de mi persona. 
Tu hacías lo que querías conmigo y a mi me gustaba que lo hicieras. Me decías a tu manera lo que podia y no podia hacer, y yo, te creía. Hemos vivido juntos tantos años, que nos hemos hecho el uno al otro hasta hacernos uno. 
No contabas con que eso no iba a durar para siempre. Con que no siempre iba a saber que en el fondo tu no eras yo, sino que estabas en mi. Hasta que te vi por primera vez y supe que tu vivías en mi sin ni siquiera haber sido invitado. Entonces te miré y me asuste tanto que quise salir corriendo, coger el primer avión rumbo a ninguna parte donde tú no pudieras encontrarme. Pero descubrí que no podía huir de algo que vivía dentro de mi. Así que me di cuenta de que tenía que sacarte como se saca el veneno. Has querido hacerme dudar cuando más fuerte me has visto, porque veías que donde estaba tu lugar estaba empezando a implantarse la seguridad y la valentía, y entonces has sido tu quien has sentido lo que tu a mi por mucho tiempo me has hecho sentir. Miedo. 
Ahora te tengo aquí, a veces sentado a mi lado y te miro con una mueca en la cara diciéndote que nunca más vas a ganar ninguna partida, que cada cosa que hago en la que te voy superando me siento más y más fuerte. 
Así que vete haciendo las maletas porque en este corazón ya no queda ningún sitio para ti.