Siento que llevo tanto dentro de mi que no se por donde empezar a sacarlo. Pienso en todas esas personitas que me acompañan en mi camino a las que quiero y aprecio y sin las que jamás habría llegado a donde me encuentro ahora. En un lugar sin prisas sin ruido sin agobio porque tienes que seguir caminando. Simplemente estoy sentada, siento el viento en la cara, un poquito de sol y a veces llueve pero me gusta. Algunas veces se hace oscuro y tengo mucho frío pero no quiero moverme de aqui. Me apetece estar parada, no quiero ponerme a andar porque si sin tener claro mi rumbo. Y tampoco quiero pensar sobre el. Solo quiero estar conmigo aqui quieta con todos los que quieran estar sentados a mi lado. No tengo ninguna prisa ni se que hora es... Ni me importa. No espero nada porque eso solo alteraria el paso del tiempo y me gusta que transcurra asi a su ritmo. Cuando viene una ventisca prefiero sentirla y cuando los dias son claros igual. Quiero sentir cada una de las sensaciones de este lugar. No quiero evitarlas pues se que acabarian volviendo. Prefiero experimentarlas y oye, quiza no todo sea tan malo como dicen por ahi. A veces pienso en levantarme como muchas otras veces sin tener claro el destino y echar a correr a ver que pasa. Pero esta vez es diferente ya no quiero buscar ningun destino ni planear el recorrido a seguir.
Solo quiero quedarme aqui hasta que el motivo sea tan real que me impida seguir ni un minuto más sentada. Hasta que nadie me trace el camino sino que lo lo recorramos juntos. Hasta que, de alguna manera o de otra sea mucho más bonito dejar cuatro huellas en la arena en vez de dos.