Todo le transporta, su mundo ya no es este,
detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste,
no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
miércoles, 18 de mayo de 2011
No esperes nada de nadie, y espéralo todo de ti mismo, pues es lo único que de ti depende.
A mi no me tapes la lluvia, que aunque me moje, prefiero sentir.