Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

viernes, 29 de abril de 2011


Sin título.


La inconstancia no tiene medida, ni solución, ni medicina. 
La constancia se mide en arrugas en los labios, y en rinconces que aun no han sido descubiertos.
Cada movimiento es una marea de vapor intenso, que mata de calor o frío, y agota el alma a deseo o necesidad.



  Mi boca no tiene descuidos, navega con quejas, naugrafa en suspiros.
Ella se marea entre un mar caliente de caramelo.

Pasea de la mano de la utópica libertad, abraza pequeñas calles perdidas.
Se enfada con el tacto y adora la visión de barrios cerrados por restauración.
Padece de frustracción e incontrol, vuela entre pájaros enjaulados.

Se mancha en sus lágrimas al calor del inconocimiento absoluto.
Previene marea baja, y predice marea alta.
Tiembla de locura y desconfianza.
 
Sabe cerrar la boca ante la rabia, y compartirla con su lengua quieta.
"El corazón de lo falso está en la boca, pero la boca de lo verdadero está en el corazón"


Su mayor miedo; mi silencio. Su mayor frustracción; mi constancia. Su mayor deseo; la falta de frenos.

Ella no vive en mi, yo vivo en ella. Compartimos esto que llamamos solidez.


Caminamos juntas atadas al miedo enfrentadas con valentía sin más vuelta de hoja.

Mi mayor enemigo; Yo misma.
Mi mayor contringante; Mi reflejo.
Mi mayor temor; Un espejo.
Un nombre mientras me enfrento a esa imagen asalta mi cabeza. Me cambió de nombre, aullo de mentiras, y me enfrento a esa que soy yo en otra vida, miro el reflejo de aquella que no me pertenece. Y entre el temblor de mis piernas pronuncio mi nombre: S.


Nadie la conoce, así pues nadie me conoce a mí.