Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

miércoles, 5 de enero de 2011


Para los que sienten soledad, los que creen que perdidos están, para los que están al borde del avismo.
Para los que ya tocaron fondo, y sienten que ya perdieron todo, para los suicidas que corren ya sin vida.
Para los campeones que pierden peleas, para los guerreros que no tienen guerras, para los que ya no luchan en la tierra.
Para los que dudan y no eligen nada, los que tienen miedo y puertas cerradas, para los ausentes, los sobrevivientes.
Para los que lloran por dentro sin necesidad de lágrimas, para los que juegan a ser actores en su propia vida, contruyendo un teatro sin telón.
Para los que abandonan a mitad de la partida, y para los que luchan hasta el final.
Para los que se avergüenzan de si mismos, y para los que se orgullecen de ser como son.
Para los que viven de razón, y los que lo hacen del corazón.
Para los ardientes sin normas, con piel que traspasa la frontera invisible, entre lo posible y lo imposible, para los helados que persiguen mantenerse duros por miedo a romperse en pedazos.
Para los mentirosos piadosos, los verdaderos a pesar de la realidad, para los que ocultan su verdad.
Para todos ellos:

- Siempre nos quedará la esperanza.

                                                 Soy pequeña, de frágil porcelana, y corazón de cristal.

La calle está helada, mi corazón caliente.