Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

viernes, 31 de diciembre de 2010

¿Qué que he vivido en 2010?

Recuerdo este mismo día hace un año... Recuerdo las lágrimas en el baño cuando el año llegaba a su fin, y entre ellas recuerdo el propósito de siempre para el nuevo año que entraba. Y ahora ese año que entraba, me abandona dejando consigo tantísimo.
Tantísimas ilusiones. Sin dudarlo, este año he conocido lo que es la ilusión en estado puro, y lo que es el dolor de que te la rompan, y lo que es que poco a poco se vaya construyendo de nuevo.
Tantísima felicidad, que aunque haya durado poco, en los momentos en los que ha aparecido a sido tan intensa, que su fuerza no se ha podido borrar, por más que me haya empeñado, no he sido capaz de borrar ninguno de los momentos que he pretendido.
Tantísimas preguntas sin respuesta, tantísimos momentos desesperantes, tristes, inquietantes, los cuales me han construído poco a poco como persona.
La gente suele decir que recordará solamente lo bueno que un año le haya podido regalar. Yo también me quedo con lo malo. Me quedo con todos los momentos en los que mi corazón se a mojado, y a empezado a llorar, mientras el abrazo de alguien calmaba su dolor. Me quedo con todas las palabras, los consejos, de las personas que me han visto caer, de las que me han visto caída en el suelo. Me quedo con todas las horas, que sumadas llegarían a días, e incluso semanas, en las que he necesitado expresar mis emociones, mis preocupaciones, con personas que cada una a su manera me han escuchado, me han entendido como han podido, o por lo menos lo han intentado, cada una ayudando a su manera, cada una calmando mis dudas con su forma. Me quedo con todos los momentos en los que me he hundido en soledad, en los que sin darme cuenta, he ido haciéndome cada vez un poco más fuerte, conociéndome sin darme cuenta más a mi misma, conociendo mis puntos débiles, y conociendo también como puedo llegar a calmarme a mi misma, simplemente con un folio y un puñado de palabras.

¿Qué nos deparará esta vez cariño?


¿Propósitos? Mantener lo que he conseguido.
¿Ilusiones? Sueños escondidos en un tarro de mermelada.
¿Deseos? No voy a pedirle nada al 2011, prefiero que me sorprenda, aunque creo que se lo he puesto difícil. 
                                       
                                                                Dos mil diez, el año en que mi corazón ganó a mi cabeza.

La calle está helada, mi corazón caliente.