Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

martes, 7 de diciembre de 2010

Pequeño reloj de arena.

Gramos de arena que esconden lágrimas teñidas de ilusión.
Esperar nunca fue fácil. Y pensar que hay personas que se pasan toda una vida esperando por no darse cuenta de lo que tenían enfrente. Es incluso más sencilla la espera de una desdicha que la de un sueño.
La espera de una desdicha se hace más fácil con nuestro propio consuelo, nuestras propias mentiras hacía nosotros mismos, haciéndonos creer que no será tan doloroso como realmente lo es.
Sin embrago cuando se trata de esperar lo que más anhelamos, lo que ansia cada parte del alma, la espera se hace larga, los minutos pasan a ser horas, y los segundos días.
Nada calma la necesidad de la esperanza.
Vivir esperando un sueño, es más costoso, intranquilo, difícil.
No te contentes con esperar, corre, actúa YA, lucha, muévete, persigue aquello por lo que vale la pena esperar,  y no te contentes con esperar algo sin saber que vaya a pasar o no, HAZ QUE PASE, me parece más seguro ¿no?

Abre los ojos, sé valiente, escucha a tu corazón, y no le hagas callar.


                                                              A veces lo que quieres está tan cerca, que no lo ves.