Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

sábado, 18 de diciembre de 2010

¡Eh tú! ¡Qué estoy aquí!

  • Queda prohibido que solo me quieran parcialmente, solo a ratos, cuando apetece.
  • Queda prohibido que no me saquen a pasear cuando llueve, que no me lleven al circo, ni me tapen los ojos. 
  • Queda prohibido que no recuerden mis manías, que me toquen el pelo cuando está mojado después de que haya dicho que lo detesto, o que no recuerden el día de mi cumpleaños. 
  • Queda prohibido que yo haga mucho, mientras que la otra persona no hace ni la mitad.
  • Queda prohibido que nadie me sorprenda un domingo cualquiera y pase la tarde conmigo.
  • Queda prohibido que no sepan ser comprensivos conmigo cuando estoy pasando una mala racha.
  • Queda prohibido que no piensen en mis sentimientos.

Quiéreme las veinticuatro horas del día, incluídos los días de diario, de frío de calor, de buenas o de malas; Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.


Pasea conmigo mientras llueve, dame un día una sorpresa y llévame a un circo cualquiera a ver magia, y un día cualquiera tápame los ojos y que cuando los abra aparezca algo que grite por si solo, abrázame, porque si he hecho esta tontería por ti es porque te quiero. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.


Recuerda cada una de las cosas que te he ido mostrando de mi, y siéntete una persona afortunada por ello, porque quizás seas solo tu, quien sabe que no me gustan los gisantes, o que el agua del mar moje mi pelo. Y valoralo, valora cada uno de mis detalles, valora cada una de mis miradas, valora cada uno de mis besos y una a una caricia a caricia, valora mis esfuerzos, valórame, y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.


Si no me demuestras nunca que me quieres, puedo pensar que no lo haces, hasta el punto de que tu falta de empeño, acabe con mis ganas de seguir demostrándo para nada. No siempre tiene que ser el mismo el que pinte la ilusión, y el otro el que la reciba. Pintar ilusión es increíble, pero que te la pinten es precioso. Pintame de ilusión de vez en cuando, ¿o que? Y no te preocupes, que yo no dejaré de pintarte, lo que pasa es que mi brocha esta lavándose, pero mientras 
¿porqué no haces algo tú? Estoy esperándo a que reacciones. Píntame mañana una luna rosa, pasado un corazón lleno de corazones, y un te quiero en la mirada. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.

Que suene el timbre un domingo cualquiera, y aparezca alguien con una sonrisa iluminando la cara, que solo traiga consigo cuatro palabras: Me apetece estar contigo. Que acabe la tarde, y en cuanto oigas la puerta cerrarse te falte algo. Y que al día siguiente a la misma hora, recuerdes lo que hacías el día anterior. Que no solo pueda aparecer alguien los domingos, si no cualquier día que te necesite. Sorprendeme hoy, y llama a mi puerta. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.

Que si estoy de mal humor, borde o pasota, no te alejes de mi. Que si estoy estúpida, creída, o asquerosa, no te alejes de mi. Que si estoy cabreada, triste, o cansada no te alejes de mi. Porque aunque no te lo creas, aunque en esos momentos no te lo esté demostrando, mi corazón es ahí, cuando más te está gritando, implorando, rogando, que me abraces y que me digas, venga ya, no estés así. Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será ahí cuando más lo necesite. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.

Que ser egoísta en cuanto a sentimientos, no resulte muy eficaz en mi no me sorprende. No quiero ni sentimientos no verdaderos, ni reprimidos, ni olvidados, ni parciales, ni mentirosos, ni dolorosos. Los prefiero que griten y muerdan, que hablen de verdad y de ternura, que sean duraderos y costosos, que sean exprimidos en dos manos que se unen, y repartidos en caricias que presumen de un sabor a locura. Y lo más importante, demuéstralo cada día como si fuera el último.  
                                                                                                                                                                                            

                                                                                                      Demuéstrame que me quieres, lo necesito.

La calle está helada, mi corazón caliente.