Todo le transporta, su mundo ya no es este, detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste, no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
domingo, 28 de noviembre de 2010
Solo soy una escritora mala, escondida entre un millón de recuerdos con interrogantes brillantes.
Esta metáfora personíficada, tiene un sabor amargo en la garganta, miles de hormigas corretean su interior. Hormigas de colores, despistadas por el sabor ajeno de un beso que nunca llegó a su destinatario. Hormigas que buscan respuestas a preguntas extrañas, de un alma oscura.
Hormigas que conocen el camino hacia el hormiguero, pero tienen miedo de llegar hasta el.
Y corretean en mi.
Algunas quieren entrar, otras quieren salir, y otras no saben lo que quieren.
Todos tenemos hormigas en el alma.