Eres el único tema del que no puedo hablar sin que se me mojen los ojos.
Cuánto puedes llegar a haber querido a un animal por mucho que supieras que no debías precisamente por cosas como esta.
Pero me preguntan, hablo de ti, y lloro.
Me alegro haberte conocido para que me enseñases que me equivocaba. Fuiste una excepción en mi regla. Eso no se olvida.
Eres importante para mí. Precisamente por eso, no me gusta hablar de ti y si lo hago me emociono.
Cuánto marca lo que no puede repetirse.