Sácame a bailar.
Que el suelo de Madrid esta noche se pise más fuerte que nunca. Podemos inventarnos quiénes somos. Podemos ser quienes queramos ser. Bésame con la mirada y déjame hacerlo a mí con la boca.
Sácame a bailar.
En esa sonrisa puede caber todo lo que tú quieras esta noche. Te la regalo. Te regalo esta noche, hoy eres dueña de todas mis estrellas.
Sácame a bailar.
Respírame. Puedes recorrerme. Tú decides cómo, yo te dejo. Estalla. Estréllate, contra mí. Más cerca, más fuerte. El ritmo lo marcan los pies. Solo este instante.
Sácame a bailar.
Vamos a bebernos las ganas de vivir. Podemos pararnos en cada farola, a mí la falda me pesa. Me he dejado las uñas en alguna espalda, pero aún me quedan dientes.
Sácame a bailar.
Aquí, ahora. Espera un minuto. Está saliendo el sol. Se apaga el sueño. No me has dicho tu nombre y no hace falta. Espera un minuto, aún estoy temblando. Espera un minuto, solo uno más.
Ese ruido me despierta. Los ojos abiertos.
No me dio tiempo a saber cómo te llamas.