Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

domingo, 24 de octubre de 2021

 

Hay momentos en la vida en los que sabes que la respuesta ya la tienes en el bolsillo, pero aún así haces la pregunta. Esos momentos al final solo te sirven de confirmación para lo que tú ya sabías de ti.

Hay labios y cuerpos que simplemente saben a plástico. Te rozan la boca pero no te la tocan. Es como firmar un sin más en otra piel. Es simplemente sentir el aire en la cara cuando ni siquiera tienes calor. 

Eso solo es la confirmación de cuánto cuesta llegar a una orilla donde nazca una magia que no requiere de trucos. Quizá la vida nos castigue a todos cuando de alguna manera nos regala la suerte de cruzarnos con esa magia y la dejamos escapar. Después todo es una sucesión de cuerpos que no encajan por ninguna parte. La pieza del puzzle correcta ha desaparecido. Entonces, no queda otra que darse cuenta de que conformarse con pisar el cielo no es para mí. Que yo siempre fui de volar cerca de las nubes. Que si hablamos de suelo prefiero elegir el mío y que si no toca volar puede que toque vivir sin tocarse.