Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

viernes, 10 de septiembre de 2021

 

Hay una cosa que he aprendido que me parece definitiva. Las cosas que te marcan para siempre vienen determinadas por algo que va mucho más allá de la propia persona que viene a dejarte una marca permanente: El contexto. A lo largo de mi vida me he cruzado con personas que han dejado algo en mí que no ha terminado nunca, igual que lo he hecho con otras que no han supuesto eso. Lo mismo habré hecho yo con los demás. Por supuesto, lo más importante y lo que ta hace que alguien sea quien es a pesar del tiempo es esa misma persona. Lo que es, su forma de ser, su sonrisa, su forma de pensar, su forma de sentir y de hacerte sentir algo que no ha conseguido nadie más. Sin embargo, aunque el valor sea inferior, sigue siendo trascendental el momento en el que ese alguien te toca. El contexto en el que vives algo, cómo llega a tu vida, lo que te enseña, lo que te transmite, de todo aquello que te salva, el cambio que provoca en ti, su manera de irse, su manera de permanecer. La situación en sí es tan determinante. Las circunstancias en las que se dan las cosas tienen un peso muy grande en lo que algo es para ti. Lo malo de esto, es que esas circunstancias no son elegidas por el propio individuo, se dan impuestas y a veces son perfectas y otras no lo son tanto. Eso, como dice Iván, puede determinar tanto lo que algo es que realmente te puede llevar a error. 

¿No es el contexto de una situación uno de los aspectos más pesados de su trama?