Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

domingo, 27 de septiembre de 2020


¿Sabes cuántos pasos hay de tu casa a la mía?

Yo sí porque los conté.

Nos separan un millón de suspiros al aire que no llegarán a tu cuello.

Hay un sinfin de sueños entre mi calle y la tuya,

y son siete los semáforos que me hacen el camino más lento hasta tu boca.

Una colilla apagada en tu esquina es la que me avisa de lo inoportuna que soy, y que te habrás dormido antes de que marque tu número para que me abras.

Entre tu casa y la mía hay apenas unos metros pero tantos kilómetros de desencuentros que para cuando quiero llegar siempre se me ha hecho tarde.

Hay un paso entre tu cara y la mía y un centenar de ellos entre mi risa y la tuya, que no se juntan ni aunque me asome a mirarte y sepa que eres tú quien se cambia de acera. 

Hay un puente entre el perdón y el olvido que no tiene final construido y son varios los túneles que no nos atrevemos a cruzar. 

Sí. Conté los pasos que me separan de ti. 

Y son tantos que, cuando camino hacia ti, el horizonte nunca me pareció tan lejano.