Todo le transporta, su mundo ya no es este, detesta tener que volver tan solo un segundo más, pide bajo este cielo azul celeste, no quiero irme de esta habitación para dos almas que son libres.
Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.
CVL
jueves, 29 de septiembre de 2011
Todos crecemos, supongo. Todos experimentamos ese proceso que se llama madurez. Quizá unos antes, quizá unos después. ¿Y cómo funciona eso de hacerse mayor? Quiero decir, ¿un día te levantas y ya eres lo maduro que no eras cuando te acostaste? Es el tiempo el que se va llevando como las olas los mensajes escritos en la orilla, lo que nos hace pequeños. Pero es tan difícil a veces dejar de mirar las nubes para mirar el suelo. ¿Es posible ser pequeñas grandes personas?
Te haces mayor cuando te preguntas por lo que eres, te haces pequeño cuando no encuentras la respuesta.
Creces cuando dejas de buscar palabras en las bocas que no se abren, te estancas cuando escuchas a quien no te habla.
Maduras no cuando sabes lo que quieres, sino cuando sabes que quieres saberlo.