Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

sábado, 10 de septiembre de 2011

No soy más que una persona. Solo soy un cuerpo en movimiento al compás que me marcan. Solo soy una persona. Una persona que puede hablarte de emociones, de momentos vividos que me han hecho llorar. Por suerte, y aunque nadie lo sepa, también he llorado de felicidad en momentos absurdos y he ocultado mis lágrimas felices, mientras que he mostrado las dolidas. No sé mucho del mundo, no tengo un prototipo a seguir de vida, ni un prototipo de persona que me acompañe en mi camino. Solo me limito a sentir, y a vivir el momento. He perdonado siempre a los que quiero, a pesar de sus faltas. Sin embargo, a mi me han perdonado en ocasiones. Otras veces no lo han hecho. Pero también he perdonado a los que no lo han hecho conmigo. Podría decirte que la vida es un cuento, pero aunque no te lo creas tu no eres el protagonista. Los que creen que son los protagonistas de su historia, están vacíos de alma y son tan cobardes que se muestran incapaces de otorgarles a alguien que no sean ellos mismos ese papel. Confío siempre en quien quiero, quiero que los que me quieran me conozcan y conozcan este cuento en el que vivo, que no es más que mi propia vida. He sufrido en silencio, y también he gritado sufriendo. Debo de reconocer que por culpa de mi ingenuidad he caído en la oscuridad, y se lo que es caminar de espaldas a la luz. He tenido miedo, pero siempre me he enfrentado a el, y aunque a veces me ha ganado la partida, otras veces he vencido todas sus armas con una mezcla de mentira y verdad en mi misma. Mentiría si dijera que no tengo sueños que cumplir, pero también mentiría si dijera que cada vez son más abstractos y utópicos. Debo reconocer, que alguno de mis sueños si se ha cumplido, y tengo que decir que hasta esos sueños que pides cuando soplas una vela, o cuando lanzas una moneda al agua, esos sueños que crees imposibles pueden despertarse un día y ser reales. Eso sí, el precio que hay que pagar es alto. No basta solo con un soplido o con un lanzamiento de moneda. Hay que luchar. Y por encima de todo, hay que creer. Hay sueños que nacieron para ser cumplidos. Otros nacieron para ser olvidados. Todos nacieron para ser vividos. Pero hay que ir a por ellos y no rendirse. Solo aquellos que viven con cabeza, no tendrán la necesidad de olvidar un sueño, porque nunca se habrán aventurado a vivirlo. He intentado luchar contra mi misma, y a pesar de consejos absurdos de personas absurdas, sé que solo es un acto suicida en el que agonizas sin llegar a perder el conocimiento. Me han decepcionada, y he decepcionado. Soy algo masoca, persigo las cosas que me duelen, casualmente todo lo que quiero me hace llorar, y lo que no quiero me repudia. He tenido que aprender a ser como soy, y creeme, no ha sido nada fácil, pero de una forma u otra a lo largo de ese camino siempre he tenido a alguien que creía en mi. Sé que me queda mucho por recorrer, por avanzar, por vencer. Me queda mucho por lograr, y si quiero conseguir vivir tengo que luchar cada día por ello. No puedes mantener vivo lo que ya está muerto. No puedes matar aquello que quiere vivir. Somos nuestro inconsciente. Somos un puñado de mentiras que creemos verdades, y un puñado de verdades que negamos y calificamos de mentiras.
Lo siento, solo soy una persona.