Hoy se que se pueden conjugar, tanto un verbo como su contrario. Que puedo confiar, y no confiar a la vez. Que puedo volar, y no volar, que mis pies ya no se levantan del suelo por el miedo al golpe, pero dentro de mi sigo moviendo mis alas. Que puedo creer, y no creer en absolutamente nada. Que me fio, pero desconfio de la vida. Se pueden conjugar tantos verbos en un solo minuto, y como las agujas del reloj, siempre volver al mismo. La vida es un sueño, y a veces no me permito soñar. Porque tu vida puede ser lo que tu quieras que sea.