Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

lunes, 18 de abril de 2011

Vivo en una constate sensación de temerosidad a sentir en cada parte de mi cuerpo el frio invernal que te recorre cuando consigues zambullirte en una de esas piscinas heladas. Yo vivo entre continuas piscinas. Salgo de una para meterme en otra, y asi sucesivamente. Aquí no hay amigos que te empujen y te eviten esos segundos de atreverte a saltar. Aquí estas solo, y tu solo eres quien salta o no, quien se queda horas en el bordillo, o tal vez dias, tu eres quien puede coger carrerilla y tirarse de cabeza. La piscina sigue ahí, puedes mirar para otro lado, pero sigue estando ahí. La piscina no desaparece por muchas semanas que te pases sentado frente a ella. Puedes pararte, puedes esperar lo inesperable, pero por muchísimo tiempo que pase no se esfumara, porque en el fondo; esa piscina eres tu mismo.
El agua esta helada, calientala tu mismo. No lo pienses, hazlo.