Sé que existes. Que estás allí, en algún lugar, esperándome. Pero no te preocupes, nos acabaremos encontrando. Al fin y al cabo, no sabes quien soy.

CVL

miércoles, 8 de diciembre de 2010

A lo largo de mi vida he llegado a unas cuantas conclusiones:

1. Uno NO recoge lo que siembra. 
Puedes darlo todo por algo, puedes esforzarte hasta el punto de olvidarte de tu bien, para preocuparte del bien ajeno, puedes intentar cosas una y otra y otra vez, y no conseguir absolutamente nada de lo que buscabas.

2. Nunca digas nunca.
Puedes pensar: Esto en la vida me va a pasar a mi, ¿yo? ¿hacer algo así? Y comerte una una tus propias palabras, tus propios pensamientos, tus propias ideas escritas en una simple servilleta, que con el paso del tiempo se arruga, porque en esta vida nunca sabes que te va a ocurrir, que vas a ser capaz de hacer, porque vas a luchar y por lo que no, y aquello que pensaste que nunca sería para ti, puede que se convierta en lo más importante en ti. Hasta aquello que menos imaginabas, puede dar sentido a tu vida.

3. Decir te quiero es difícil.
Dos simples palabras, ocho insignificantes letras,  t-e q-u-i-e-r-o, encerradas en una boca incapaz de soltarlas de una vez. Decir te quiero no es difícil, es dificilísimo. Hasta que encuentras a alguien con quien no te cuesta soltarlo. Hasta que encuentras a alguien, que poco a poco consigue que sea más fácil decirlo. Y es el corazón el que te pide que susurres un te quiero, sacando en cada letra, gramo a gramo, ilusión exprimida. Solo son te quieros verdaderos aquellos que dices sin darte cuenta, sin pensarlo, y son después de decirlos, cuando te pones a pensar en lo que has llegado a decir.
Aquellos que regalan te quieros, al igual que besos no llegan ni a personas, se quedan en gente.

4. Querer mucho significa sufrir.
Apreciar es fácil. Estimar es fácil. Encariñarse es fácil. Querer es difícil.
Y aún más dificil, es sacar ese sentimiento. Con el tiempo he aprendido, que querer no es un te quiero ocasional y un regalito por navidad. Querer es acostarse soñando y levantarse soñando. Es respirar felicidad y no aire. Es vivir con el corazón encogido por no saber enfrentarse a tanta ilusión en vida, y a la vez con miedo a tanto sentimiento junto. Querer es anteponer la felicidad de quien quieres a la tuya propia. Es emocionarte con ver una foto, llorar recordando un momento especial, que se te llene la boca al decir un nombre. Pero sobre todo he aprendido que querer es descubrir, se quiere de verdad cuando descubres cosas de alguien sin que este alguien se de cuenta. Como lo que le gusta, lo que odia, lo que teme, lo que le emociona, por ti solo, poco a poco, sin necesidad de que te lo diga, simplemente mirando con el corazón y no con los ojos. Amar te sube hasta la nube más alta del cielo, amar te regala los sufrimientos más dolorosos de la tierra.

5. Conocerte a ti mismo es más difícil que conocer a cualquiera.

Vives contigo mismo. Es más que probable que haya muchísimas cosas de ti que solo conoces tu. No puedes alejarte de ti. Lo sufres, lo disfrutas, contigo mismo. Y aun así, despues de toda una vida sin separarte de ti, realmente es poco lo que llegas a saber de ti. Y es muy difícil llegar a conocerse, quizás una de las cosas más difíciles a las que me enfrento en mi vida. Conocer realmente lo que puedes llegar a hacer o lo que no, sorprenderte ante como actuas en ciertas situaciones, no llegar a reconocerte, pero darte cuenta de aunque no te reconoces, esa eres tú, con todo lo que conlleva. Aveces aceptar lo que vas conociendo de ti mismo asusta, hasta el punto de no querer reconocer lo evidente.  
"Solo si lográs juzgarte a ti mismo, serás un verdadero sabio" Antoine de Saint-Exupéry.


6. Es más fácil vivir en una mentira que enfrentarse e la realidad.

No es cuestión de elegir entre caminos faciles y difíciles, si fuera así todos iríamos a lo mismo. Pero no eres tu quien elige, es la vida, lo que te rodea, lo que sientes, y lo que haces, lo que te lleva a un camino u otro. Algunos aceptan el camino, que sin darse cuenta en parte escogieron, y otros no, y se quedan en el camino fácil, ya que les ofrece más comodidades y quizás ventajas. Ahí está la gran diferencia, ya no es solo entre personas y humanos, si no entre valientes y cobardes. Las mentiras se ven con los ojos, la realidad con el corazón. Los cobardes piensan con la cabeza, los valientes con el corazón; SÉ VALIENTE.

7. Las apariencias engañan, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. 

Los ojos engañan, solo se ve la verdad con el corazón. A veces lo que parece no es. Y cuando no sabes si lo que parece, es o no, debes escuchar al corazón, porque solo el tiene la respuesta. Aunque para ello hay que ser demasiado valiente, y algunos se contentan con lo que parece. 
El mundo está lleno de personas, que intentan demostrar algo que no es, intentan creerse algo que no son, quizás escondiendose así detrás de un escudo, para quizás sufrir menos. Una vida sin ser tu, ¿tiene sentido?